lunes, 27 de abril de 2009

¿El fin del mundo?

Tal vez. Ya había pensado en el tema varias veces, pero omití totalmente la posibilidad de un apocalipsis infeccioso... Tal vez por ignorancia o simple descuido. El hecho es que desde que empezó el alboroto de la influenza, se ha visto pánico como nunca antes. Tal vez para mí sea algo nuevo dada la relativamente poca experiencia que tengo en este mundo... Pero no puedo evitar las comparaciones con todas esas historias de mi juventud: La peste negra, la pandemia de influenza en la Gran Guerra, polio, tuberculosis... Todo se me viene a la cabeza, como si se tratara de un cocktail de diferentes (y dolorosas) maneras de morir. ¿Será este el año en que los 4 jinetes vengan? ¿O ya están entre nosotros desde hace mucho tiempo? El hambre, la peste, la guerra, la muerte... Son cosas que ya nos hemos acostumbrado a ver, por desgracia, sin hacer ningún esfuerzo para detenerlos.
A eso agreguemos el hecho de que están empezando a fallar ciertos medios de transmisión (como el internet). ¿Será una conspiración para mantenernos encerrados e incomunicados? Conociendo las circunstancias que nos rodean, todo es posible.
Cautiverio autoimpuesto. Negocios clausurados. Parálisis de la vida social. Incomunicación. Me atrevería a preguntar: ¿Qué sigue? pero no quiero ser responsable de más sucesos descabellados. Si es algo malo, prefiero no saberlo. Sólo me gustaría saber qué tan lejos llegaremos con esto y cuántos lograrán salir triunfantes de esta pandemia.
¿Qué lecciones nos dejará esto? Bien se ha dicho: Quien no aprende de su pasado estará condenado a repetirlo. Aparentemente, el caer una y otra vez en los mismos errores es parte de la naturaleza del ser humano. El gobierno debió tomar mejores medidas desde el primer momento en que salió a la luz el primer caso. ¿O acaso es obligatorio esperar a que sean millones de infectados para empezar a notar la seriedad del asunto?
Pero bueno. Tampoco puedo culpar completamente al gobierno, ya que a pesar de todo está tratando de poner su granito de arena (a estas alturas, es mejor que nada). También la población debe tomar más en cuenta el aspecto de la salud dentro de sus vidas. No se trata de volvernos obsesivos a la limpieza como Adrian Monk, sino de poner un poco más de atención a nosotros mismos y a quienes nos rodea. Un poco de prevención jamás hace daño.
Espero sinceramente que esta situación se frene pronto; de lo contrario la palabra exterminio comenzará a rondar en mi cabeza (aún más).
¿Podría ser la llamada selección natural de Darwin? ¿O una manera de la madre naturaleza para llamar nuestra atención sobre las consecuencias de nuestros actos? Aún no decido a qué razón física o metafísica corresponde todo esto, pero quizá la encuentre un día de estos. Después de todo, acaban de avisarme que tengo la semana libre debido a la cancelación temporal del trabajo.
Todo es cuestión de tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario