viernes, 1 de enero de 2010

A los lectores...

Muy feliz año nuevo.

Mis mejores deseos para todos,
D.N.

Los libros del 2009.

No, no se dejen engañar por el título.
No dedicaré esta entrada a las publicaciones del 2009, sino a las obras que tuve la oportunidad de leer a lo largo del año.
¿Qué mejor manera de recibir la nueva década?
Probablemente algunos recuerden la lista que hice del año pasado, en la cual me proponía rebasar la marca de 6 libros. Alegremente lo logré.
Los libros del 2009 fueron:

  • Seis sombreros para pensar - Edward de Bono
  • Semillas del ayer - V.C. Andrews
  • Intriga ambiental - Alejandro Ángulo Carrera
  • Aura - Carlos Fuentes
  • Jardín sombrío - V.C. Andrews
  • La muerte y otras sorpresas - Mario Benedetti
  • Breve historia del tiempo - Stephen Hawking
  • La tregua - Mario Benedetti
  • El Evangelio según Jesucristo - José Saramago
  • Cerca del fuego - José Agustín
  • Amor del bueno - José Agustín
  • Los cuadernos de Don Rigoberto - Mario Vargas Llosa
  • La metamorfosis - Franz Kafka
  • El cuaderno de Rutka - Rutka Laskier
  • La máscara de la muerte roja y otros relatos - Edgar Allan Poe
  • El anatomista - Federico Andahazi
  • Otra vuelta de tuerca - Henry James
  • Fahrenheit 451 - Ray Bradbury

Una selección bastante variada, ¿verdad? Debo señalar que la gran mayoría fueron de mi agrado.
Seis sombreros para pensar me pareció interesante por la temática del pensamiento lateral. Sin embargo, lo que me arruinó la experiencia fue el exceso de ejemplos y la constante repetición de los conceptos.
Semillas del ayer fue una decepción. La mejor palabra para describir este libro es "estático". Los personajes parecían seguir en el mismo punto donde comenzaron durante toda la obra. Se presentaron nuevos individuos y situaciones que tenían potencial, pero desaparecieron abruptamente. A medida que el libro se aproximaba al final, la trama se vio forzada. Quizá confirman mi teoría la gran cantidad de cabos sueltos al final. ¿O debemos creer que un personaje que anda por malos caminos cambia de un segundo al otro, sin ninguna explicación? Lo siento, pero la saga Dollanganger merecía un descenlace mucho mejor.
Intriga ambiental es breve, pero bastante interesante. Una obra que sale de lo común por su temática. No he visto muchos libros que se enfoquen de manera tan directa a la investigación y preservación de la naturaleza.
Aura es toda una pequeña joya de la literatura latinoamericana. La idea de lo sobrenatural como parte de la vida diaria es bastate llamativa, lo cual vuelve la trama algo irresistible. También es un libro muy breve (y polémico), pero lo recomiendo ampliamente.
A pesar de mi opinión de Semillas del ayer y del hecho de que la historia de los Dollanganger haya llegado a su fin, me arriesgué con la precuela: Jardín sombrío. Me sorprendí. Es una historia muy bien construida, intrigante y adictiva. Debo admitirlo: Ahora tengo una visión muy distinta de Olivia Foxworth en comparación con los otros libros.
La muerte y otras sorpresas es una colección de relatos muy selecta y con bastante realismo (después de todo, la muerte es lo único seguro en la vida); uno no puede evitar pensar en qué haría si estuviera en la situación del cuento en turno.
Breve historia del tiempo me costó bastante trabajo. Lo gracioso es que el libro trata de simplificar los conceptos de la física cuántica, de tal manera que cualquiera pueda comprenderlos... En mi caso, me resultó algo bastante confuso. Quizá parte del problema se encuentre en que no soy muy cercana a este tipo de ciencias. ¿O a algunos errores de redacción que encontré en el transcurso de la lectura? Diré que ambos.
La tregua es considerada todo un clásico. La trama logra transmitir ese sentimiento melancólico de la rutina y el peso de la soledad del protagonista. Sin embargo, me quedaron muchas preguntas sin respuesta.
El Evangelio según Jesucristo... Otro que me pareció infinito. Es una propuesta interesante, a la que se le pudo agregar un poco más de situaciones interesantes. No tengo nada en contra del señor Saramago, pero su redacción me dificulta la lectura.
Cerca del fuego es un libro bastante interesante, sobre todo si se analiza la vida de cada personaje en medio de la urbe. Muy bien realizado, aunque algunas palabras me resultaron innecesarias.
Amor del bueno es una compilación de historias que me resultaron bastante entretenidas. Nuevamente toma el escenario urbano como contexto para las situaciones más alocadas. También se ofrece una oportunidad de conocer más sobre la vida del autor.
Otro desafío fue Los cuadernos de Don Rigoberto. Esta vez no tuve problema con el lenguaje o la redacción, sino con los personajes. Sus decisiones y conductas me fastidiaron en más de una ocasión. A pesar de esto, estoy decidida a leer algo más de Vargas Llosa; ya me han recomendado varios títulos.
La metamorfosis me atrajo por su simbolismo y su historia tan peculiar. El final me pareció una de las máximas expresiones de la crueldad humana. También se incluían unas cuantas historias adicionales, pero ninguna llegó a su nivel.
Hablando de crueldad humana, El cuaderno de Rutka me impresionó. La personalidad de la chica es algo muy notable, sobre todo por su madurez e inteligencia. No cualquiera podría describir el horror de la invasión alemana con tanto detalle. Hubo escenas bastante escalofriantes, incluyendo el trágico final de la joven escritora. A pesar de que es una obra corta, la información sobre la historia de los judíos y su establecimiento en Polonia me resultó interesante.
La máscara de la muerte roja y otros relatos me dejó opiniones divididas. La historia que da título a la compilación, así como sus sucesoras, son excelentes. El relato final, El misterio de Marie Rôget, fue la única pieza que me decepcionó. Se emprende un largo viaje para resolver la incógnita, pero su descenlace no explica nada. Honestamente, me dio dolor de cabeza. Pero tratándose de Poe, puedo ignorarla y seguir disfrutando sus otros trabajos.
El anatomista fue bastante ilustrativo en lo referente a la época. La información sobre los estilos de vida, las ideas religiosas, las prácticas médicas y otros temas fue bastante interesante. La trama en sí es muy sencilla, pero ofrece muchas posibilidades. Sin embargo, es otro caso donde una buena historia es arruinado por los personajes. El final es simplemente lamentable. ¿Mencioné también que hubo lenguaje innecesario? (Aclaro... Sé que siempre ha habido y siempre habrán palabras altisonantes; sin embargo, me fastidia cuando se abusa de ellas).
Otra vuelta de tuerca se considera un clásico de la literatura inglesa. Tomando en cuenta que ya vi un par de películas basadas en dicha obra, me pareció necesario consultarla. No me decepcionó: Llegó a transmitir bien ese sentimiento de incertidumbre y desesperación que experimenta la institutriz a lo largo de la obra. Creo que he encontrado un nuevo favorito.
Fahrenheit 451 es un título que tenía en mente desde hace tiempo, pero no había podido encontrar. Es un relato corto pero apasionante, cuya realidad es muy similar a la nuestra. Excelente.

Y así terminó el año...

sábado, 15 de agosto de 2009

¿Y por qué usar el cinturón de seguridad?

He aquí un par de videos que responden a esa interrogante.
En muchas ocasiones optamos por ceder ante la pereza o la comodidad, olvidando lo delicada que es nuestra existencia. Basta un movimiento en falso para darle fin a todo.
Estos videos me impresionaron por lo bien realizados que están. Considero que esta clase de trabajos son una mezcla perfecta entre un mensaje positivo y un trabajo impecable.
Sin nada más que agregar, véanlos.

jueves, 30 de julio de 2009

El amor no es posesión.

Mientras divagaba una noche me di cuenta de que faltaba una especie de "rincón psicológico" en este blog... Algo de plática sobre cuestiones sentimentales y demás. Así que, este es mi primer intento por hablar sobre relaciones personales.
Probablemente mucha gente querrá golpearme por decir esto, pero las separaciones tienen una increíble cantidad de beneficios. Sí, en muchas ocasiones duelen; pero (como todo típico ser humano) a través de ese dolor es posible crecer en más de un sentido. La soledad (muy subestimada y temida) nos permite poner en orden nuestras ideas, reacomodar nuestras prioridades, considerar un mundo nuevo de posibilidades futuras y descubrir el verdadero valor de la persona que estaba a nuestro lado (si es que realmente lo tenía). Pero lo más importante es que así podemos valorarnos nuevamente y encontrar un nuevo significado a la libertad. Gracias a una situación similar comencé a dejarme llevar por la idea de reflexionar sobre los celos, el tema del día de hoy.
Está de más decir que son uno de los fenómenos más devastadores, sentimentalmente hablando. El hecho de cuestionar dónde está la persona amada en su ausencia puede parecer inofensivo, pero rápidamente se vuelve un hábito que acaba con toda la seguridad en uno mismo y la confianza en el otro. La incertidumbre es una de las cosas más nefastas sobre la Tierra. Supongo que este punto es perfectamente comprensible, ya que todos hemos pasado por alguna situación similar (por lo menos una vez).
Sin embargo, y aunque parezca mentira, esta no es la dimensión más destructiva de los celos.
El hecho de dejar correr el tiempo haciendo especulaciones (en ocasiones erróneas) sobre las actividades de la otra persona ocasiona que permanezcamos estáticos, sin avanzar con nuestra propia vida. ¿De qué sirve dedicar las horas a algo incierto en lugar de dedicarnos a algo productivo? Esto reduce el potencial creativo que hay dentro de uno mismo. En este punto me veo en la necesidad de señalar un error muy común: Dedicarse al otro las 24 horas, incluso cuando no está presente. Está bien ser detallista, llamar, salir, etc… Pero cuando la pareja está ausente, hay muchos que se sientan a pensar y esperar que el otro dé señales de vida. ¿Y sus propios asuntos? Quién sabe. Descuidan todo lo referente a ellos mismos: sus deseos, pasatiempos, amigos, bienestar… Su vida. El problema es cuando la otra persona no responde de la misma manera. ¿Qué hacer? Darse un espacio para pensar solamente en uno mismo. No hablo de volverse narcisista, pero es necesario ser conscientes de que una relación se compone de 2 individuos independientes; no de uno sólo.
¿Cómo superar los celos? Aceptando el hecho de que nadie le pertenece a nadie... Los verdaderos sentimientos afloran en los hechos. Sin importar cuántos papeles o promesas haya de por medio, si una persona se quiere retirar lo va a lograr de una manera u otra. En cambio, si realmente es una persona comprometida en la relación, no habrá obstáculo que la detenga para continuar. Sí; es duro dejar de cuestionar esto o aquello, pero vale la pena. Una cosa: No hay que confundir la confianza con la creencia ciega en todo lo que el otro diga.
El amor no es posesión.
Espero que todo este monólogo haya servido, ya sea para entretener, orientar o lo que sea.

miércoles, 29 de julio de 2009

Sacrificando el bienestar a cambio de belleza.

Saludos a todos los amables lectores que pasan por este espacio. El día de hoy me encontré (por casualidad) con un documental bastante interesante titulado Secretos del pedigrí. En aproximadamente una hora pude sumar más razones para decepcionarme completamente de una parte de la raza humana y asquearme aún más de la superficialidad moderna.
Malas noticias: El culto a la belleza se ha extendido y ha afectado terriblemente a los animales domésticos.
En sí esto no es novedad; basta con ver las celebridades que traen cargando un perrito como si se tratara de una bolsa, compran animales exóticos para exhibirlos en sus fiestas o simplemente gastan cantidades ridículas de dinero comprándoles accesorios innecesarios (como ropa, joyas, etc...). Mi queja aquí es: ¿Dónde queda el bienestar de esas criaturas? Se ven bonitas (supongo) pero... ¿Realmente se ocuparán de los animales detrás de las cámaras? Lo dudo mucho.
En fin. No me extenderé con esto último y pasaré al problema más viejo. Me enfocaré al caso de los perros, el cual fue el tema del documental.
Aparentemente, las masas se han contagiado de esta idea absurda de “embellecer” a los animales. ¿El resultado? Gran cantidad de cruces indiscriminados que dieron origen a nuevas razas de perros. Si bien muchos pueden resultar estéticamente agradables, no compensan las enfermedades genéticas que los canes arrastran tras de sí. Displasia de cadera, epilepsia, siringomielia, artritis… Estos son unos pocos de los transtornos a los que se ven sometidos los perros según su raza, en nombre de la “búsqueda de la belleza” humana (y yo me pregunto… ¿Belleza según quién?). En este caso, no culparé a los dueños ya que la gran parte de ellos no tienen absolutamente nada que ver con las técnicas de crianza de los llamados expertos. La peor parte es que una considerable cantidad de estos últimos no se esfuerzan por cambiar las cuestiones de crianza argumentando que los animales no sufren. ¿Que NO SUFREN? No es necesario que hablen para expresar su dolor. ¡Basta con ver sus reacciones! Esto es casi como afirmar que las personas que padecen condiciones permanentes no sufren.
Los métodos empleados por algunos criadores son sumamente cuestionables. El primero es la manía de aparear a familiares con familiares (es decir: Madres/hijos, abuelo/nieto, hermano/hermana, etc.) con la creencia de que es una manera de preservar los rasgos genéticos de la raza a través de los años. Señoras y señores, esto es ¡completamente ilógico! Cualquier persona con un poco de sentido común sabe que la consanguinidad aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades muy graves. No en todos los casos, claro está, pero la amenaza permanece. ¿Por qué exponer a animales inocentes a sufrir condiciones que pueden afectarlos de por vida? Está mucho más allá de mi entendimiento. A uno de los personajes involucrados le preguntaron si él tendría hijos con su propia hija. Su respuesta fue un típico “No es lo mismo”. ¿Cómo que no es lo mismo? ¿El parentesco no cuenta en los animales o qué? Caramba… Me pregunto seriamente qué tienen estos individuos en la cabeza.
Otro hecho que me indignó fue el sacrificio de cachorros saludables solamente porque no cumplen los llamados estándares de la raza. (???) No estaba enterada de esta lamentable práctica hasta hoy. ¿A quién le importa si tienen una mancha de más o de menos? ¿El hecho de que un animalito tenga o no tenga un rasgo determina su valor como ser vivo? La respuesta es NO. Esto sólo refleja el enorme desequilibrio mental de estas personas. Su obsesión por la supuesta perfección (de nuevo: ¿de acuerdo a quién?) los ha llevado al extremo de volverse auténticos asesinos seriales. Esta gente debería ser juzgada como tal y castigada. ¿O es que las vidas de esos angelitos de 4 patas no cuentan? Si todos nos guiáramos por esas ideas, los perros mestizos no existirían. He conocido gran cantidad de canes que no cumplen con la clasificación “exacta” de su raza y son excelentes mascotas. El pensamiento de matarlos por su apariencia física me enfurece. En cierta manera, me recuerda a otras atrocidades como la matanza de niñas en algunos países de Oriente sólo por el hecho de haber nacido como mujeres. La crueldad humana no conoce límites.
Otra cosa que encuentro desconcertante es la indiferencia de muchos dueños ante las enfermedades genéticas de sus mascotas. En momentos difíciles como estos, es posible ver cómo estos perros son objetos o simplemente una fuente de ingresos para las personas que supuestamente deberían velar por su seguridad.
Independientemente de las acciones legales que se hayan tomado tras el impactante programa, lo cierto es que debemos estar más atentos a nuestras mascotas. Toda acción en contra de su beneficio debe ser denunciada de una manera u otra. Esta obsesión por la pureza de la raza me suena similar al nazismo, sólo que en versión animal. ¿Ahora se desharán de sus hijos porque su color de piel no es perfecto o porque no tienen los ojos del color deseado
? Esto es serio. Muy serio.
Todo animal tiene derecho a vivir con dignidad y ser amado… No deben morir en nombre de un ideal.

viernes, 17 de julio de 2009

El mundo se despide de otro gran escritor...

La noticia de la muerte de Benedetti me tomó por sorpresa.
Un servicio de telefonía me hizo llegar un mensaje al respecto y lo primero que pensé fue: "¡Es un error!" Cuando investigué un poco más, tuve que aceptar el hecho de que un gran escritor nos había dejado.
Fue una noche horrible.
Él sigue siendo uno de mis escritores latinoamericanos favoritos. Sus obras siempre lograron enganchar mi atención de principio a fin.
Su legado siempre vivirá en nuestros corazones.

martes, 7 de julio de 2009

¿Adicción?

Saludos, lectores. Mi propósito de mantener este blog actualizado "tan pronto como sea posible" se ha visto desplazado por otras ocupaciones... Entre ellas, buscar temas que realmente valgan la pena.
He estado divagando a intervalos en estos días, en una mezcla de música y películas antiguas. Y recuerdos. Siempre recuerdos. Parece que nunca pueden faltar...
Una charla me hizo darme cuenta de no importa cuánto se esfuerce una persona por separar los diferentes aspectos de su vida, siempre terminan mezclándose en algún punto. ¿Un ejemplo? El trabajo. Obviamente es imprescindible en la vida cotidiana (de lo contrario, ¿de qué come uno?), pero cuando se vuelve el único tema de conversación es evidente que hay un problema serio. Me di cuenta de eso un día en que una amiga vino de visita. Teníamos meses sin hablar, había tantos temas que pudieron ser útiles... Y pasamos 2 horas hablando de nuestros respectivos trabajos. Es como si, de pronto, todo girara en torno a ello. A veces me pregunto: ¿Realmente es sano pasar la vida trabajando? ¿O qué queda cuando la vida se va? En muchos casos, lo único que queda es el trabajo que se realizó en vida, pero... ¿Se puede decir que vivimos cuando no tenemos tiempo para nada? Qué complicados somos los seres humanos.
Volviendo a la situación con la chica... Es increíble que la rutina agote a tal grado que sea el único recuerdo inmediato. No dudo en que, un día de estos, los trabajos y las carreras ocupen el lugar del único tema interesante entre las familias. En estos tiempos, el dinero es una deidad... ¿Qué pasaría si el trabajo fuera la nueva deidad? Quizá sería un mundo más productivo. Quizá más caótico. Lo único cierto es que no me parecería extraño.
¿Conclusión? El workaholismo se ha vuelto una epidemia. ¿O sólo somos unos cuantos?
Quizá la mayoría se volvieron adictos al trabajo por la necesidad de sobrevivir a la sociedad moderna; lo interesante sería ver cuántos se volvieron devotos por gusto. ..
Mi mente está divagando de nuevo. Tal vez consultaré en estadísticas o algo así. Lo más seguro es que este tema regrese en otra ocasión.