sábado, 28 de febrero de 2009

Abstinencia musical.

En todos los años que he estado sobre la tierra nunca pensé llegar a este punto.
Durante la semana tuve una de las jornadas de trabajo más abrumadoras de mi vida... A tal punto que escuché prácticamente toda mi acervo musical no sólo una, sino varias veces. Esta constante repetición me ha provocado secuelas en estos últimos días. La más alarmante es el hecho de que no he sentido ganas de escuchar la música que tanto disfruto; eso o me aburre rápidamente.
¿Podría tratarse de un caso de abstinencia musical? Jamás oí hablar de ella. Jamás la vi escrita en un artículo. Sin embargo, no encuentro otra manera de llamar a este constante sentimiento de hastío que experimento últimamente.
He estado en silencio durante más de una hora... Cosa extraña tomando en cuenta que en condiciones normales soy una de las personas más musicales que hay. ¿Será que necesito descansar más? Los estragos del trabajo han pasado a nuevos niveles... Niveles más psicológicos, o eso creo.

Alguna vez afirmé que nunca me cansaría de oír ciertas canciones. El día de hoy aprendí - o mejor dicho, reafirmé - el significado de la frase Nunca digas nunca.
Ironías.

Dificultades técnicas.

Cuando cree este blog, tenía la idea de mantenerlo actualizado constantemente (después de todo, siempre hay algún tema ahí afuera que espera ser reflexionado). Sin embargo, mis intenciones se vieron frustradas debido a la falta de tiempo y a ciertas dificultades técnicas.
Tecnología. Podemos amarla u odiarla, pero algo es indiscutible: es necesaria en algunos casos. No cabe duda que nos ha traído una oleada de ventajas, pero tampoco es ignorado que ha traído graves consecuencias. Daños al ambiente, crímenes, transtornos de salud, adicciones... La lista sigue.
Aparentemente en las escuelas y trabajos actuales se les ha metido en la cabeza la ridícula idea de que por el hecho de tener acceso a una computadora nos es posible hacer mil trabajos a la vez. ¿En qué me baso para afirmar tal cosa? En las toneladas de investigaciones que encargan a los estudiantes (con un periodo irracional de tiempo), en las nuevas exigencias laborales, en la enseñanza de materias que pueden resultar inútiles para algunas carreras pero son "necesarias"
por el hecho de relacionarse con tecnología.
¿Ahora el ser humano se ha convertido en una máquina de producción masiva o qué? Es cierto las máquinas que nos han facilitado el contacto con un océano de información, pero considero que hay límites. O al menos, las personas a cargo deberían considerar más el hecho de que la gente es gente, y no objetos mecánicos. Todos tenemos una vida personal, actividades recreativas, una familia, amigos... ¿O acaso la convivencia también se reduce a una pantalla con letras e imágenes? Es lamentable que el ser humano esté perdiendo gran parte de su humanidad (¡qué ironía!) a causa de esto.
Volviendo al tema inicial... Veré si puedo pasar más frecuentemente por aquí. Por el momento, trataré de terminar mi trabajo lo más pronto posible; quiero despegarme de esta cosa y hacer algo más productivo (como leer la pila de libros que tengo pendientes o ir a platicar un rato).
No me malinterpreten. Amo mi computadora, pero me gustaría pasar mucho menos tiempo con ella... De no ser por esas actividades "extras" que encargan.

PD: Es la segunda vez que escribo este post. El anterior se perdió gracias a las benditas dificultades técnicas. Otra razón para detestar más este sistema.