miércoles, 29 de julio de 2009

Sacrificando el bienestar a cambio de belleza.

Saludos a todos los amables lectores que pasan por este espacio. El día de hoy me encontré (por casualidad) con un documental bastante interesante titulado Secretos del pedigrí. En aproximadamente una hora pude sumar más razones para decepcionarme completamente de una parte de la raza humana y asquearme aún más de la superficialidad moderna.
Malas noticias: El culto a la belleza se ha extendido y ha afectado terriblemente a los animales domésticos.
En sí esto no es novedad; basta con ver las celebridades que traen cargando un perrito como si se tratara de una bolsa, compran animales exóticos para exhibirlos en sus fiestas o simplemente gastan cantidades ridículas de dinero comprándoles accesorios innecesarios (como ropa, joyas, etc...). Mi queja aquí es: ¿Dónde queda el bienestar de esas criaturas? Se ven bonitas (supongo) pero... ¿Realmente se ocuparán de los animales detrás de las cámaras? Lo dudo mucho.
En fin. No me extenderé con esto último y pasaré al problema más viejo. Me enfocaré al caso de los perros, el cual fue el tema del documental.
Aparentemente, las masas se han contagiado de esta idea absurda de “embellecer” a los animales. ¿El resultado? Gran cantidad de cruces indiscriminados que dieron origen a nuevas razas de perros. Si bien muchos pueden resultar estéticamente agradables, no compensan las enfermedades genéticas que los canes arrastran tras de sí. Displasia de cadera, epilepsia, siringomielia, artritis… Estos son unos pocos de los transtornos a los que se ven sometidos los perros según su raza, en nombre de la “búsqueda de la belleza” humana (y yo me pregunto… ¿Belleza según quién?). En este caso, no culparé a los dueños ya que la gran parte de ellos no tienen absolutamente nada que ver con las técnicas de crianza de los llamados expertos. La peor parte es que una considerable cantidad de estos últimos no se esfuerzan por cambiar las cuestiones de crianza argumentando que los animales no sufren. ¿Que NO SUFREN? No es necesario que hablen para expresar su dolor. ¡Basta con ver sus reacciones! Esto es casi como afirmar que las personas que padecen condiciones permanentes no sufren.
Los métodos empleados por algunos criadores son sumamente cuestionables. El primero es la manía de aparear a familiares con familiares (es decir: Madres/hijos, abuelo/nieto, hermano/hermana, etc.) con la creencia de que es una manera de preservar los rasgos genéticos de la raza a través de los años. Señoras y señores, esto es ¡completamente ilógico! Cualquier persona con un poco de sentido común sabe que la consanguinidad aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades muy graves. No en todos los casos, claro está, pero la amenaza permanece. ¿Por qué exponer a animales inocentes a sufrir condiciones que pueden afectarlos de por vida? Está mucho más allá de mi entendimiento. A uno de los personajes involucrados le preguntaron si él tendría hijos con su propia hija. Su respuesta fue un típico “No es lo mismo”. ¿Cómo que no es lo mismo? ¿El parentesco no cuenta en los animales o qué? Caramba… Me pregunto seriamente qué tienen estos individuos en la cabeza.
Otro hecho que me indignó fue el sacrificio de cachorros saludables solamente porque no cumplen los llamados estándares de la raza. (???) No estaba enterada de esta lamentable práctica hasta hoy. ¿A quién le importa si tienen una mancha de más o de menos? ¿El hecho de que un animalito tenga o no tenga un rasgo determina su valor como ser vivo? La respuesta es NO. Esto sólo refleja el enorme desequilibrio mental de estas personas. Su obsesión por la supuesta perfección (de nuevo: ¿de acuerdo a quién?) los ha llevado al extremo de volverse auténticos asesinos seriales. Esta gente debería ser juzgada como tal y castigada. ¿O es que las vidas de esos angelitos de 4 patas no cuentan? Si todos nos guiáramos por esas ideas, los perros mestizos no existirían. He conocido gran cantidad de canes que no cumplen con la clasificación “exacta” de su raza y son excelentes mascotas. El pensamiento de matarlos por su apariencia física me enfurece. En cierta manera, me recuerda a otras atrocidades como la matanza de niñas en algunos países de Oriente sólo por el hecho de haber nacido como mujeres. La crueldad humana no conoce límites.
Otra cosa que encuentro desconcertante es la indiferencia de muchos dueños ante las enfermedades genéticas de sus mascotas. En momentos difíciles como estos, es posible ver cómo estos perros son objetos o simplemente una fuente de ingresos para las personas que supuestamente deberían velar por su seguridad.
Independientemente de las acciones legales que se hayan tomado tras el impactante programa, lo cierto es que debemos estar más atentos a nuestras mascotas. Toda acción en contra de su beneficio debe ser denunciada de una manera u otra. Esta obsesión por la pureza de la raza me suena similar al nazismo, sólo que en versión animal. ¿Ahora se desharán de sus hijos porque su color de piel no es perfecto o porque no tienen los ojos del color deseado
? Esto es serio. Muy serio.
Todo animal tiene derecho a vivir con dignidad y ser amado… No deben morir en nombre de un ideal.

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